
Sin embargo, es arriesgado trabajar en el cine. Ya que es un negocio que no te asegura el éxito, y tal ves hay más probabilidades de que te caigas o tropiezes en el camino. Es difícil sobresalir y que la demás gente sepa apreciar tu trabajo. Ser importante y formar parte de esa delgada lista de leyendas. Es un riesgo que cualquier persona creativa y segura de sí misma esta dispuesta a tomar.
De tanto en tanto, aparecen excepciones. Y debo decir que casi nunca acaban siendo las más brillantes, pero supongo que hay gente con "estrella" e innevitable suerte. Pero eso sí. Algo que hay que admirarle a esa gente, es su visión y perseverancia de hacer grandes proyectos.
Y dentro de ellos, el más grande debe ser Steven, ya que como dije, tal ves no es el más brillante de los cineastas, tal ves sus filmes carecen de un discurso o argumento, pero el siempre tiene la visión de hacer cosas fuera de lo común, grandes y espectaculares. El ha logrado escalar al punto más alto del prestigio, y la fama mundial. Y literalmente ha vuelto en oro, todo lo que toca. Ha explorado todos los géneros, y revolucionado ciertas partes técnicas y de tecnología.
Un niño que lo castigaban y se ponía a soñar dentro de la cama de su cuarto, acabó siendo el director más productivo y rentable de la última época. Un aplauso para los visionarios. Para Steven. Nos puede gustar o no, pero sus logros, son de admirarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario